Si partimos del supuesto de que el lenguaje incide en la manera en que entendemos y construimos el mundo, debemos admitir que la incorporación de nuevos términos puede ampliar nuestros esquemas de pensamiento y servir de «herramienta» para cambiar nuestras realidades. Según Wikipedia, el concepto de cisgénero aparece ya en la década de 1990. Sin embargo, como era de esperarse, la Real Academia Española aún no lo reconoce ni lo incluye en su diccionario. Los conceptos de cisgénero y cisexual intentan aprehender una realidad compleja y, por lo tanto, sus acepciones pueden ser cuestionables, si bien su utilidad —política sobre todo— no lo es.
Una definición aproximada
Cisgénero y cisexual se refieren a las personas que no son consideradas, de acuerdo con los cánones regulares, ni transgéneros ni transexuales. El prefijo «cis» significa «de este lado» mientras que «trans», «del otro lado». De modo que cisgénero hace referencia a quien se asume dentro del género que le fue asignado al nacer. Por ejemplo: nace una persona y la doctora, al detallar sus genitales, la coloca del lado de las mujeres («es una hembrita»). La niña crece y «aprende» a ser mujer y, con el tiempo, aprende también a sentirse satisfecha con este «ser mujer» incorporado a su cuerpo. Esta satisfacción y concordancia entre el género asignado socialmente (por la partera y, luego, por todo su entorno social) y su identidad asumida, la convierte en una mujer cisgénero.
El término cisexualidad se desprende del anterior. Específicamente hace referencia a la expresión genital o anatómica del género asumido. Una persona transexual es aquella que completa la «transición» —mediante intervención médico-quirúrgica— desde su sexo «natural» hasta el sexo con el que se siente cómoda. En cambio, una persona cisexual será aquella que no ha pasado por este proceso de reasignación: su genitalidad la acompaña desde su nacimiento —le fue asignado «biológicamente»— y con ella se siente satisfecha.
Sexo y género
Hay varios supuestos implicados en estas definiciones. Fundamentalmente, el hecho de que el «sexo» y el «género» no son entidades totalmente apartadas y distinguibles. Por largo tiempo la teoría feminista planteó esta dicotomía en términos de lo «natural» frente a lo «cultural». Sin embargo, en las últimas décadas esta postura ha sido cuestionada por corrientes como el feminismo lesbiano, el postfeminismo y la llamada teoría queer (o cuir).
Las nociones de cisexualidad y cisgénero implican, así, que no solo el género tiene un carácter enteramente social, sino que también el sexo «biológico» está fundado en una lógica binaria que excluye otros sexos y que no necesariamente se corresponde con un «orden natural» (véase Fausto-Sterling). Si bien estos conceptos, por ser relativamente recientes (y por eso mismo, algo precarios aún), no explicitan siempre este tipo de asunciones, su definición hace ver la complejidad y los distintos factores (y agentes) que están jugando permanentemente en la nominación de los que «somos».
¿Para qué nombrar lo «normal»?
Los términos cisgénero y cisexual son importantes sobre todo porque sirven para darle un nombre a lo que damos por sentado —como «normal»— y en ese sentido hacerlo visible. Despojar de su carácter implícito a las formas dominantes arroja luz sobre su historicidad y contingencia. Las nociones de cisgénero y cisexualidad son definiciones por oposición que aun así, reivindican la abyección deshonrosa, en un contexto de heteronormatividad. Lo trans deja de ser «lo otro», el reverso de la «norma», la infracción, en la medida que lo «normal» (ser cisgénero) se entiende como una categoría más y no como lo dado por naturaleza.
No deja de ser paradójico que esta operación reivindicativa termine tocando el extremo del que huye. La categorización —y jerarquización— tradicional (hombre-mujer, heterosexual-homosexual) se ve minada, de esta forma, por nuevas etiquetas y complejas nomenclaturas que sirven para liberar, en principio, pero que también suelen enclaustrar lo que cada quien es. En todo caso, como dice wuwei, «si tuviésemos que ser precisos necesitaríamos una categoría distinta» para cada quien.
¿Algo que aportar? Deja un comentario